La Sagrada Biblia (1832). Nuevamente traducida de la Vulgata latina al español, aclarado el sentido de algunos lugares con la luz que dan los textos originales hebreo y griego, e ilustradas con varias notas sacadas de los Santos Padres y expositores sagrados, por el obispo de Astorga, Ilmo. Sr. D. Félix Torres Amat.
Antiguo Testamento:
Tomo I: Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio), Josué, Jueces, Ruth.
Tomo II: Reyes, Paralipómenos, Esdras, Nehemías, Tobías, Judith, Esther, Job.
Tomo III: Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico, Profecía de Isaías.
Tomo IV: Profecía de Jeremías, Lamentaciones, Profecia de Baruc, de Ezequiel, de Daniel, de los doce profetas menores (Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías), Macabeos 1 y 2.
Nuevo Testamento:
Tomo V: Evangelios (San Mateo, San Marcos, San Lucas, San Juan), Hechos de los Apóstoles, Epístolas de San Pablo, Epístolas Católicas, Apocalipsis de San Juan.
Tomo VI: NOTAS GENERALES
El Excmo. Mons. Pierre Martin Ngó-dinh-Thuc, arzobispo titular de Bulla Regia, ordenó ilegítimamente el mes de enero de 1976 varios presbíteros y obispos en El Palmar de Troya (España). Por ello la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe publicó, el 17 de septiembre del mismo año, un decreto (cf. AAS 68 [1976] 623) con el que se recordaban las penas canónicas en las que habían incurrido tanto él como quienes habían recibido de él ilegítimamente la ordenación.
Posteriormente, el mismo prelado pidió y obtuvo la absolución de la excomunión, en la que habían incurrido, reservada especialísimamente a la Santa Sede. A esta Sagrada Congregación ahora le consta que el Excmo. Mons. Ngó-dihn-Thuc, a partir del año 1981, ha ordenado de nuevo otros presbíteros en contra de lo prescrito por el can. 955. Y lo que es aún más grave, él mismo en dicho año, en contra de lo que prescribe el can. 953, sin mandato pontificio y sin que hubiera habido designación canónica, confirió la ordenación episcopal al religioso M. L. Guérard des Lauriers, O.P., francés, y a los sacerdotes Moisés Carmona y Adolfo Zamora, de México; Moisés Carmona confirió posteriormente la ordenación episcopal a los presbíteros mexicanos Benigno Bravo y Roberto Martínez y al presbítero americano George Musey.