El anti-masón Leon Meurin, en su libro «La Franc-Maconnerie,
Synagogue
de Satán», escrito para combatir nuestra Aug:. Orden; pero que en
realidad ha recopilado muchas y muy interesantes enseñanzas nuestras,
en medio de sus exageraciones sectarias católicas, nos permite, con
la
ayuda de su obra, apartando lo bueno de lo malo, lo cierto de lo
falso, explorar con nuevas luces la leyenda de este grado. En el
libro
V de la referida publicación, bajo el rubro “Sentido décuplo de la
leyenda”, encontramos lo que a continuación damos en extracto.
. En el párrafo 1 expone la multiplicidad de los velos empleados para
ocultar nuestros misterios, y dice, como es verdad que la leyenda de
Hiram tiene muchas interpretaciones. Ya hemos visto que si. La
compara
con el cero, que a semejanza del Ensof (Ain-Soph) kabbalístico que
contiene los diez Senhiroth, contiene diez sentidos principales
diversos.
Primera interpretación de Meurin2.’ Dicho autor la llama «Verdad
histórica del relato masónico», y para establecerla cita los tres
Libros de los Reyes y el segundo de Paralípomenes, corno sigue:
«Salomón resolvió edificar un templo al nombre del Señor y un palacio
para si mismo. Escogió cargadores en número de 60,000 y 80,000
hombres
para tallar las piedras en las montañas y 3,600 para ser inspectores.
En relación esto a los planetas y los colores del septenario
empleadas
en los usos magnéticos, la docta obra de M. Ragon, sobre la Masonería
oculta (Eliphas Leví. Dogma de Alta Magia).
Debemos advertir que Meurin, para todas sus interpretaciones, usa la
versión de Saint-Albin, vulgarmente conocida tambien por version de
Leo Taxil, quien la incluye en su libro “Les Freres Trois-Points».
“Salomón envió también hacia Hiram, rey de Tiro, le pidió enviarle un
hombre hábil, que supiera trabajar en oro, en plata, en cobre, en
hierro, en obras de púrpura, de escarlata y de jacinto, y hacer toda
suerte de esculturas y cinceladuras, para emplearlo con los obreros
que tenía cerca de si y que David había escogido. Le pidió también
maderas de cedro, y de sabino y de los pinos del Libano.
«Hiram, rey de Tiro, escribió a Salomón: «Os envió a Hiram, hombre
inteligente y muy hábil y que es como mi padre. Su madre es de la
villa de Dan, una mujer viuda de la tribu de Nephtalí y su padre era
tirio. Sabe trabajar en oro, plata, cobre, fierro y mármol, madera y
aún en púrpura, en jacinto, y en fin en limo y en escarlata. Sabe
además grabar toda clase de figuras y tiene un genio maravilloso para
inventar cuanto es necesario para todas suertes de obras. Trabajará
con vuestros obreros y con los de David vuestro padre».
. «Salomón comenzó, pues, a edificar el templo, y habiendo venido
Hiram a verlo, hizo todas las obras que le ordenó. Hizo dos columnas
de bronce y fundió dos capiteles de bronce, en forma de lirios, para
poner sobre lo alto de cada columna. Había aún en lo alto de las
columnas, dos redes para cubrir dos cordones- que estaban en los
capiteles, y sobre mallas, otros capiteles proporcionados a la
columna.